En las próximas semanas la diplomagia española se enfrentará a uno de nuestros "miuras" exteriores: las relaciones con Argelia. Y es que frente a los juegos mediáticos de la Haidar y nuestros cooperantes en Mauritania, que fueron planteados y resueltos en clave interna, la agenda argelina es densa, enrevesada y crítica para nuestros intereses internacionales.
En primer lugar, la cuestión de los cooperantes. Desde nuestra clave interna el pago del rescate puede darse por descontado, pero en la agenda argelina se dice bien clarito que las "joyas" a las que se va a pagar son terroristas argelinos especialmente peligrosos:
Mokhtar Belmokhtar, apodado El Tuerto, es uno de ellos. Se formó en Afganistán y ha sido condenado a muerte en Argelia por el asesinato en 2006, en El Menea, de 13 aduaneros. No ha cumplido aún 40 años. El otro es Abdelhamid Abou Zeid, de 43 años, cuya última acción en Argelia fue, en febrero de 2008, el asesinato de siete gendarmes a los que tendió una emboscada en El Oued. Los tres españoles están probablemente en sus manos.
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En segundo lugar, la cuestión del Polisario. Desde nuestra clave interna la resolución del caso Haidar ha pasado por el entreguismo más absoluto a los intereses nacionales marroquíes, de tal forma que hemos "constatado" la soberanía marroquí en el Sahara y nos hemos unido a EEUU y Francia en la búsqueda de una solución "autonómica" al problema, pero claro, en la agenda argelina se dice bien nítido que Argelia y el Polisario están enfrentados a Marruecos por la exigencia de un referendum de autodeterminación que hace unos pocos años también nosotros defendíamos.
A veces, en política internacional, aunque uno tenga capacidad de interlocución con una parte, al final hace falta el esfuerzo colectivo. Yo creo que hay que ponerlo en positivo, porque no se trata sólo de este hecho sino de la solución definitiva del problema del Sáhara Occidental y ahí la ecuación entre EE UU, Francia y España se va a poner de manifiesto en una nueva estrategia trilateral.
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Y por último la cuestión del gas. Yo comprendo que con tanto aerogenerador, tanta central solar y tanta energía limpia nuestras necesidades futuras de gas no van a ser tan grandes, pero en la agenda argelina los contratos de compra y la construcción de los gaseoductos tienen un papel primordial. Dudo que podamos decirles ahora a los argelinos que se vayan buscando otros mercados y que no tenemos tanta prisa en acabar la construcción del gaseoducto Orán-Almería, vital para ellos.
El retraso, explican fuentes de Exteriores, no tiene por origen ningún problema político con el Gobierno argelino. Ese retraso, explican, no es grave, porque el precio del gas es ahora más barato, España ha reducido su dependencia del gas argelino, se ha avanzado y se sigue avanzando en diversificación de proveedores [...] Marruecos veía con suspicacia que el gasoducto no pasara por territorio marroquí. [...] las relaciones bilaterales hispano-argelinas no tienen hoy la intensidad que tuvieron en tiempos de José María Aznar y Ana Palacio: desde la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero, ha habido ocho Reuniones de Alto Nivel con Marruecos, interés estratégico del Gobierno español, por sólo tres con Argelia.
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En fin, la semana que viene llega el presidente Abdelaziz Buteflika a España, y a él se le podrá explicar personalmente todos los "cambios de agenda" de los últimos tiempos. Esperemos que nuestro queridísimo Moratinos no esté demasiado mediatizado por la duda sobre la gran pregunta que se hace ahora la diplomacia española
¿Vendrá el rey Mohamed VI?
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Pero de eso hablaremos mañana, que hoy es el día de los Inocentes.
En primer lugar, la cuestión de los cooperantes. Desde nuestra clave interna el pago del rescate puede darse por descontado, pero en la agenda argelina se dice bien clarito que las "joyas" a las que se va a pagar son terroristas argelinos especialmente peligrosos:
Mokhtar Belmokhtar, apodado El Tuerto, es uno de ellos. Se formó en Afganistán y ha sido condenado a muerte en Argelia por el asesinato en 2006, en El Menea, de 13 aduaneros. No ha cumplido aún 40 años. El otro es Abdelhamid Abou Zeid, de 43 años, cuya última acción en Argelia fue, en febrero de 2008, el asesinato de siete gendarmes a los que tendió una emboscada en El Oued. Los tres españoles están probablemente en sus manos.
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En segundo lugar, la cuestión del Polisario. Desde nuestra clave interna la resolución del caso Haidar ha pasado por el entreguismo más absoluto a los intereses nacionales marroquíes, de tal forma que hemos "constatado" la soberanía marroquí en el Sahara y nos hemos unido a EEUU y Francia en la búsqueda de una solución "autonómica" al problema, pero claro, en la agenda argelina se dice bien nítido que Argelia y el Polisario están enfrentados a Marruecos por la exigencia de un referendum de autodeterminación que hace unos pocos años también nosotros defendíamos.
A veces, en política internacional, aunque uno tenga capacidad de interlocución con una parte, al final hace falta el esfuerzo colectivo. Yo creo que hay que ponerlo en positivo, porque no se trata sólo de este hecho sino de la solución definitiva del problema del Sáhara Occidental y ahí la ecuación entre EE UU, Francia y España se va a poner de manifiesto en una nueva estrategia trilateral.
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Y por último la cuestión del gas. Yo comprendo que con tanto aerogenerador, tanta central solar y tanta energía limpia nuestras necesidades futuras de gas no van a ser tan grandes, pero en la agenda argelina los contratos de compra y la construcción de los gaseoductos tienen un papel primordial. Dudo que podamos decirles ahora a los argelinos que se vayan buscando otros mercados y que no tenemos tanta prisa en acabar la construcción del gaseoducto Orán-Almería, vital para ellos.
El retraso, explican fuentes de Exteriores, no tiene por origen ningún problema político con el Gobierno argelino. Ese retraso, explican, no es grave, porque el precio del gas es ahora más barato, España ha reducido su dependencia del gas argelino, se ha avanzado y se sigue avanzando en diversificación de proveedores [...] Marruecos veía con suspicacia que el gasoducto no pasara por territorio marroquí. [...] las relaciones bilaterales hispano-argelinas no tienen hoy la intensidad que tuvieron en tiempos de José María Aznar y Ana Palacio: desde la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero, ha habido ocho Reuniones de Alto Nivel con Marruecos, interés estratégico del Gobierno español, por sólo tres con Argelia.
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En fin, la semana que viene llega el presidente Abdelaziz Buteflika a España, y a él se le podrá explicar personalmente todos los "cambios de agenda" de los últimos tiempos. Esperemos que nuestro queridísimo Moratinos no esté demasiado mediatizado por la duda sobre la gran pregunta que se hace ahora la diplomacia española
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Pero de eso hablaremos mañana, que hoy es el día de los Inocentes.
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